19 de agosto Día Mundial de la Fotografía

Esta fecha fue elegida para conmemorar al inventor y artista francés Louis-Jacques Daguerre quien, en 1839, en París, presentó el daguerrotipo, a la Academia de Ciencias de Francia. El daguerrotipo era un artefacto capaz de capturar imágenes que se formaban sobre una superficie de plata pulida como un espejo.

Para celebrar esta fecha, quisimos conversar con una amiga de la casa, Meli, de la ONG “Yo También”, que además participa en el proyecto de “Tu Productora”.

¿Cómo llegó a tu vida la fotografía?

La fotografía apareció en mi vida como una excusa y como una herramienta para dar respuesta a un montón de búsquedas o inquietudes que yo tenía. Y también para tender puentes, en todos los sentidos, porque la fotografía me permitió acercarme al mundo de las personas con discapacidad, que era una inquietud que yo tenía. Sentía mucho interés por entender la discapacidad y por encontrar qué podía hacer por la inclusión, pero no sabía con cuál de las herramientas de las que yo tenía por mi formación. Lo más paradójico fue que, con el devenir del tiempo, fundé una organización donde la base es la inclusión a través de la fotografía. Me fui transformando primero, en docente de fotografía y, luego, en una profesional también del mundo de la fotografía, así que también la incorporé como parte de mi trabajo. Lo irónico es que cuando yo cursé en la facultad, las materias no me gustaban, no las entendía, nunca me quise comprar una cámara; diría que es una de las materias que no aprobé, o sea, nunca jamás hubiera pensado en que iba a terminar fundando algo relacionado con la fotografía y que iba a trabajar como fotógrafa.

La fotografía me fue enamorando porque combinaba algo que para mí siempre fue muy significativo: todo lo que tiene que ver con las miradas. Yo me acerqué al mundo de la discapacidad porque me sentía en sintonía con muchas cosas vinculadas a la exclusión, a la discriminación, al no encajar. De alguna forma yo creo que hice espejo con las personas con discapacidad, sublimé mis dificultades en un mundo que no era tan inclusivo, porque yo sentía que mi diversidad no encajaba. Entonces, en mi proceso de crecimiento necesité hacer algo por otros que, al mismo tiempo, fue hacer algo por mí. Siempre me atravesó el concepto de la mirada, me costaban las miradas ajenas. Una compañera una vez me dijo que le encantaban las fotos que yo hacía, porque decía que yo miraba algo que el resto no miraba. Y eso a mí me resonó mucho porque que me digan que yo estaba mirando algo diferente y rescatando pedacitos de lo que nos rodeaba, tenía mucho significado. 

¿Cómo surge Yo También?

Yo también es una organización que fundé porque, previamente, me habían propuesto hacer un taller de fotografía (que lo hice con muchas dudas porque en sí no me consideraba fotógrafa), pero sentí que era una gran excusa para por fin hacer algo concreto por el mundo de las personas con discapacidad. Cuando terminé ese taller, descubrí esa síntesis de mis conocimientos audiovisuales y fotográficos más todo mi camino en el mundo de la discapacidad y también en situaciones de exclusión (porque también participé en voluntariados en barrios vulnerados). Ahí me dije “la cámara de fotos puede ser una herramienta de inclusión”. En ese momento fundamos la ONG con otra compañera. Hay dos palabras en Yo también que siempre aparecen: encuentro y miradas, están en todo lo que hacemos, en todo lo que decimos; son la base de nuestros valores. Los momentos de presencia, de encuentro e intercambio. Y la mirada como eje, la mirada que alienta, que potencia, que acompaña y que está ahí haciendo puentes de inclusión. También con la idea de tratar de corrernos de esas miradas que, por el contrario, muchas veces nos condicionan, nos estructuran, o nos tiran para abajo.

Gracias Meli por compartir tu historia, emociones y miradas.