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Conociendo a nuestra comunidad

Viernes feriado, pero las historias no paran y las seguimos compartiendo. En este caso, el testimonio de la mamá de Sebi, artista de la Sede Ballester.

Hola a todos, soy Andrea, la mamá de Sebastián Di Biase. Gracias a Las Ilusiones, por ofrecernos este espacio para conocernos y poder contar un poco la historia de Sebastián; aquí vamos. 

Sebi nació un lunes 8 de julio, el día más frío del año 2002, y, desde entonces, fuimos INSEPARABLES. Fue un bebote grandote que pesó 4,100 Kg. y midió 51 cm.… ¡no le entró nada de la ropita que le tenía preparada, jaja!

Desconcertó mucho a médicos y terapeutas porque los primeros indicios de que “algo pasaba” aparecieron recién cerca de sus 4 años. Empezó un peregrinaje de médico en médico, eminencia tras eminencia, estudio tras estudio, durante varios años. Si bien se divertía y siempre fue muy dócil, un día me dije: “¡Hasta acá llegamos! Pongan el rótulo que quieran, ¡acepto a mi hijo tal cual es! Porque si no lo acepto yo, ¿cómo pretender que lo hagan los demás?”   

Emprendimos juntos un camino donde hubo desaciertos, es verdad. Pero, mirando hacia atrás, tuvimos la suerte de encontrar a buenas personas, buenos colegios, buenas maestras y buenos compañeros que lo integraron, que nos ayudaron e hicieron un poco más fácil las cosas. Y en casa tenemos a los abuelos Angelita y Rubén, nuestros soldados que nunca nos dejaron aflojar ni caer, que siempre están para nosotros. Mi agradecimiento eterno a todos ellos.

Hoy Sebi tiene 21 años y si tengo que describirlo, les diría que es un ser hermoso, inocente, sin maldad, que no quiere ver a nadie sufrir. ¡¡Es un “pequeño niño” dentro de un cuerpo enorme, creo que su tamaño se debe a su gran corazón!! Siempre le gustó la música y cantar, además sus docentes me dicen que tiene un buen oído, por eso busqué un lugar donde realizar actividades artísticas y más acordes a su edad, así llegamos a Las Ilusiones.Como su mamá puedo decir que mis dos hijos, mis “maestros”, y los amores de mi vida Sebastián y Sabrina, me enseñaron muchísimo, sobre todo, a no hacer predicciones, a no vivir pensando en el mañana porque me perdía vivir el hoy, a dejarme sorprender, a querer, amar y valorar los momentos, lo que tenemos, lo que somos, lo que podemos. No fue y no es fácil, pero seguimos aprendiendo juntos.

Gracias por el espacio. ¡Mi cariño para todos los que son parte de Las Ilu!

Gracias familia por compartir tan hermosas palabras.

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