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El voto y la discapacidad: Un derecho adquirido

Por Juan Ignacio Acosta

El próximo domingo 27 de octubre se celebran los comicios nacionales para la elección de presidente, vicepresidente, gobernador, vicegobernador y legisladores. Es la fecha en la que la población argentina se dirime por un proyecto político nacional.

El padrón registra un total de 32.621.816 electores. Aún siendo minoría, las personas con discapacidad conforman el 13% de la población argentina, lo que significa que cerca de 4.000.000 de ciudadanos están en condiciones de votar.

Esta acción es obligatoria y es también un derecho. Pero ¿qué pasa con las personas con discapacidad? ¿Pueden votar? ¿Pueden hacerlo sólos o deben estar en compañía?

La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (Ley Nº 26.378) establece que “los Estados Partes garantizarán a las personas con discapacidad los derechos políticos y la posibilidad de gozar de ellos en igualdad de condiciones con las demás y se comprometerán a asegurar que las personas con discapacidad puedan participar plena y efectivamente de la vida política y pública”.

Esta es una instancia en la que las demandas del colectivo de personas con discapacidad pueden ser oídas. Es la posibilidad de brindar una opinión clara y contundente respecto de los candidatos posibles y sus políticas públicas para este sector. Por ello es imprescindible garantizar las condiciones en las que puedan emitir su voto.

No es sólo el estado el que debe asegurar que dichas circunstancias estén dadas sino que también es importante que cada familiar cercano a estas personas, pueda acompañar la elección de los candidatos, ayudarlos a que conozcan las listas y la manera de proceder a la hora de tener una boleta en la mano.

Los ciudadanos no videntes pueden ser asistidos dentro del cuarto oscuro para conocer la ubicación de las distintas boletas hasta el momento de que pueda practicar a solas su elección. Lo más recomendable es que se acerquen al personal de seguridad o autoridad de los comicios y explicarle con claridad la necesidad.

En el caso de las personas con discapacidad motriz es preciso garantizar la accesibilidad y facilitar la libre circulación sin obstáculos mediante.

Como individuos somos singulares y no todas las personas necesitamos lo mismo. Es importante, desde este punto de vista, comprender que el aporte que se le realiza a las personas con discapacidad debe ser individual en virtud del potencial personal de cada uno.  Siguiendo este criterio, en el caso de aquellas que tiene alguna discapacidad intelectual o mental, es imperioso que los tutores, familiares o acompañantes les provean información con anterioridad a los comicios para conocer las listas y los candidatos de las elecciones, escucharlos para que puedan definir a quién desean votar y ahí decirles cuál es el número de la lista, color y explicarles como es el proceso de votación, y corte de boleta si existiese.

Para hacer de esta sociedad una más inclusiva, es necesario que utilicemos nuestro derecho y hagamos valerlo; que el entorno de las personas con discapacidad pueda acompañar y asegurarse que puedan ejercerlo sin ningún impedimento, porque es obligación de todos defender el derecho que cada uno tiene como persona.

 

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