Un hábito beneficioso para inculcar en personas con y sin discapacidad intelectual
Por Nina Àvila
La situación actual que se atraviesa, pone de manifiesto en las personas un sinfín de emociones, miedos e incertidumbre que deben sublimarlas con los recursos que cada quien posee desde su singularidad, buscando opciones que colaboren en alimentar una salud mental positiva en pos de enriquecer la cotidianeidad y disminuir la angustia que genera el encierro y la falta de contacto presencial con otras personas.
Cabe señalar que recurrir al uso de redes sociales, plataformas para ver películas y/o series, realizar clases online, emprender nuevas recetas de cocina y escuchar música, son algunas de las opciones más utilizadas en este último tiempo para llevar adelante la rutina diaria. Sin embargo, también se observan algunos recursos con poco uso, entre ellos encontramos la lectura, una opción muy poco utilizada que trae grandes beneficios.
La acción de leer es un hábito que trae consigo un montón de ventajas positivas como: aprender, reducir el estrés, potenciar la imaginación, estimular la capacidad de concentración, incrementar el vocabulario, disfrutar de un momento de ocio en soledad, entre otros. Dicho hábito puede construirse y fomentarse para pasar a estar dentro de las opciones de esparcimiento. A continuación, algunos consejos para poner en práctica e inculcar la lectura en casa.
· Elegir un libro que genere interés o curiosidad
· Sentarse a leer en algún lugar agradable para el lector
· Establecer una rutina diaria, por ejemplo, leer antes de dormir o después de almorzar
· Considerar la lectura digital como una opción para despertar el interés
· Armar una lista de libros que se desea leer y otras de los que fueron leídos
¿Cómo acompañar a las personas con discapacidad intelectual para fomentar el hábito de la lectura?
Las claves detalladas anteriormente son de gran utilidad para comenzar con esta práctica y conseguir autonomía con el tiempo. Es aconsejable no imponer ni prohibir leer un determinado libro, sino que el lector elija para estimular su curiosidad y dar lugar a su capacidad crítica de decidir. Quien acompañe debe transmitir el concepto de la lectura como un hobby y no relacionarla al mundo académico, sino acercar al receptor a la actividad lúdica y hacer de ella un acto placentero.
En la actualidad, hay muchas editoriales, app y páginas de internet que colaboran en brindar una apoyatura con adaptaciones para que personas con discapacidad intelectual puedan acceder a la lectura.
A continuación, se hará referencia alguna de ellas para comenzar a indagar y utilizarlas en casa:
– “Yo también leo”, es una app para aprender a leer a través del juego diseñado para personas con discapacidad intelectual, basada en el método global de lectura. Se puede descargar de manera gratuita en: https://yotambienleo.com/
* “Voicebook”, es una app que acerca un lector de libros digital por comando de voz, funciona en español y en inglés. La aplicación está pensada para personas con diversidad funcional, pero se recomienda su uso para todos los usuarios. Descargar en: https://www.di-capacitados.com/promocion-app-voicebook
– “Mefacylita”, es una app que se utiliza para apoyar la lectura en personas con discapacidad intelectual y tiene actividades para realizar de manera diaria.
– “Fundación Visibilia”, es una organización no gubernamental sin fines de lucro que trabaja textos literarios en lectura fácil para garantizar el acceso a la lectura a personas con discapacidad intelectual y personas con dificultades lectoras. En su página web se pueden descargar libros adaptados a modo “lectura fácil”. http://fundacionvisibilia.org/visibilia.html
También, se recomienda “Soy Galo” de la editorial Chirimbote, un libro infantil que busca acercar a los lectores al mundo de un adolescente con Síndrome de Down, proponiendo una bella metáfora para comprender la diversidad en la que vivimos. Podes encontrarlo en: http://chirimbote.com.ar/
Es de suma importancia acompañar a los niños, jóvenes y adultos con discapacidad intelectual para estimular el hábito de la lectura, brindándoles material que los estimule a iniciarse en este camino. Para comenzar esta práctica se recomienda ofrecerles textos cortos con imágenes que cuenten una historia que llamen su atención dependiendo la edad y los intereses del lector.
Las múltiples historias y personajes que se encuentran en los libros, necesitan de los lectores para tomar vida, ellos comienzan a latir en el corazón de su receptor y allí permanecer por siempre.