Por Juan Ignacio Acosta
El 29 de agosto se celebró el día de La Lengua de Señas Argentina, también conocido por LSA y por ese motivo aprovechamos este espacio para contarles sobre ella y su nacimiento.
Se elige conmemorar este día debido a que las comunidades sordas de nuestro país enfrentan a diario barreras comunicacionales que impiden, limitan y condicionan el pleno ejercicio de sus derechos debido a la falta de reconocimiento, aceptación y uso de la Lengua de señas.

Lo primero que se debe mencionar es que, tal como señala el título del artículo, es un lenguaje común a las personas sordas de nuestro país, pero no es universal. Cada nación tiene su propio lenguaje y las personas con discapacidad auditiva lo adquieren naturalmente y sin esfuerzo, transmitiéndose de generación en generación, de adultos a niños.
Otra creencia usual es que toda persona sorda sabe lengua de señas, y esto no es así, podemos decir que hay sordos gestuales y sordos orales; los primeros utilizan como lengua madre las señas, pero los segundos utilizan un canal de transmisión (modalidad) alternativo, llamado viso – gestual, es decir en reemplazo de la voz, emiten mediante gestos las palabras y es percibida por la vista sin requerir del oído, a diferencia de las personas oyentes – parlantes que usan el canal fónico-auditivo conocido por todos nosotros que es hablar y escuchar.
Cabe destacar que no se trata de deletrear palabras con señas de letras, como habitualmente se cree. El alfabeto manual es un préstamo de la lengua escrita, inventado por maestros oyentes para alfabetizar a los sordos. En la lengua de Señas cada seña equivale al significado de una palabra y a veces hasta de una oración completa. Tampoco es la representación señada de la lengua hablada, sino que tiene su propia gramática, de modo que no se puede señar textualmente mientras se habla al mismo tiempo. Al tratarse de una lengua polisintética, permite producir múltiples aspectos de la información simultáneamente. El intérprete es quien debe escuchar lo que se está diciendo e interpretar para darlo a conocer a las personas sordas que lo estén mirando, no es una reproducción literal, lejos de eso, el cuerpo, el gesto, las manos y la intención confluyen para dar sentido amplio y compresible por todos.
