Por Juan Ignacio Acosta
Los inicios son siempre esperanzadores. A veces, el contexto no colabora y se requiere de una cuota extra de energía para poder verlos así. El 2021 nos exige esa energía extra. Venimos “golpeados” de un 2020 que no nos dejó “respirar” y este año, que comenzó hace solo unos pocos meses, intenta tirarnos del tren. Desmotivados, tal vez, por la incertidumbre del futuro, por el miedo al COVID, por no saber cuándo llegará la vacuna para todos y tantas otras cosas que nos generan ansiedad o angustia.
Las Ilusiones comenzó con todo, como lo hace en cada arranque y, en esta oportunidad, en formato doble: presencial y virtual. En ambos se puede disfrutar del teatro, la danza, el canto o la comedia musical. Para las clases presenciales con estricto protocolo y para los encuentros virtuales, a través de la plataforma Zoom, ya conocida por todos. Había esperanza de volver a una semi realidad pasada y el virus otra vez nos golpea pidiéndonos que nos rearmemos nuevamente y que el espacio presencial deje de ser en ambientes cerrados y se desarrolle en lugares abiertos. Hoy Las Ilusiones está en ese momento: virtualmente, seguimos trabajando de forma ardua por trasmitir arte y despertar la creatividad a través de la pantalla y, en el caso de las clases presenciales, salimos a terrazas, patios o jardines de salones de fiestas, clubes y teatros para seguir entrenando sin dejar de cuidarnos.
Debemos trabajar para volver a ser flexibles, adaptarnos a los cambios rápidamente sin sentirnos apabullados y, sobre todo, a ser espontáneos para estar cada vez más presentes en el aquí y ahora. Estas características nos harán transitar cualquier adversidad, siempre y cuando, estemos conscientes de cada momento vivido. Todo pasa, siempre. Y Las Ilusiones ofrece distintos espacios para que ese pasar sea ameno, cálido y abrazador en circunstancias no tan positivas: las clases semanales y las fiestas temáticas gratuitas de los sábados. Y ahora se viene un ciclo con las producciones audiovisuales del año pasado a la gran gorra virtual que nos une en un proyecto en común: filmar un nuevo video clip para el Día Internacional de la Persona con Discapacidad.
Elevemos la bandera naranja en lo más alto y contagiemos ganas de hacer, de decir, de comunicar, de todo este gran deseo nuestro de seguir realizando proyectos.