Este invierno, cuatro elencos de Las Ilusiones, colmaron los escenarios de historias, reencuentros y emoción, llevando sus obras a nuevos públicos, en funciones que significaron mucho más que teatro: fueron la confirmación de un compromiso colectivo, la alegría de volver a compartir y la magia de ver cómo cada función se convierte en única.
“La verdad es que el elenco tuvo poco ensayo, nos encontramos solo dos veces… y la función salió hermosa” cuenta Anto, coordinadora de la sede Ramos, sobre Hércules, que se presentó en el Teatro Swing. Con un público de casi 70 personas, sin ensayo general ni reconocimiento previo del espacio, los y las artistas desplegaron concentración y alegría. “Destaco el compromiso de artistas y familias, y en especial de Ramiro, artista que, con unas líneas de fiebre, vino igual… y la rompió”. La ovación del público y las familias emocionadas fueron el mejor cierre, para esta gran experiencia de teatro musical.


En Olivos, Un enemigo en el pueblo, volvió a escena con un alto nivel de profesionalismo. “El elenco ensayó mucho y el día anterior a la función tuvimos tres horas de ensayo, después de una jornada larguísima de clases”, recuerda Sabri, coordinadora de San Isidro, remarcando el alto grado de responsabilidad de los y las artistas, dado que ya se encuentran montando la obra de fin de año. La obra, dramática y atravesada por escenas performáticas que abrían cada acto, fue recibida con elogios: fluidez, disfrute, nuevos matices y profundidad a los personajes construidos el año pasado. Del elenco original, tres actores no pudieron participar, así que tanto Sabri, como Valentina, referente de danza y teatro musical en San Isidro, salieron al toro a cubrir tres personajes.


Desde CABA, Lu Ferrari revivió Encanto: “Fue hermoso reponer con tanta espontaneidad el trabajo de todo un año. A veces las producciones quedan congeladas, y volver a traerlas es muy lindo. Los y las artistas se acordaban toda la obra y habían estudiado, lo cual fue muy gratificante y fluido para todos. Las reposiciones posibilita entrenar en el oficio y en el profesionalismo, ¡y eso me encanta!”. Lo que parecía un desafío de convocatoria –solo 7 entradas vendidas a mitad de semana– se transformó en una sala con 59 espectadores:”Eso habla del sentido de pertenencia, y el compañerismo de esta gran comunidad”, cierra Lu, coordinadora de CABA.


Y también estuvimos por zona sur, en Banfield, en el Teatro Refugio, donde el elenco de la sede Lanús llevó inclusión y diversidad, no solo a las familias de los y las artistas, si no a un público nuevo. “Hansel y Gretel se presentó frente a 93 espectadores, incluyendo infancias y adultos, de un público que no conocíamos. Poder sostener 40 minutos de obra con un público expectante de lo que iba sucediendo, fue muy significativo”, reflexiona Nina, nuestra vice.


La idea de la programación de vacaciones de invierno busca acercarle a las infancias propuestas alternativas donde, a partir del arte, puedan vivir y visualizar la inclusión y la diversidad desde otros lugares. Este invierno, cada elenco volvió a demostrar que en Las Ilusiones el arte es más que una función: es un lugar de encuentro, crecimiento y comunidad; y que hacemos un teatro que, no solo entretiene, sino que invita a mirar el mundo con otros ojos. Y que, como en toda buena historia, cada vez que se sube el telón, algo nuevo y único sucede.
Hermosa nota!! Y felicitaciones por el esfuerzo y compromiso de todos los artistas!!!