Hoy Silvia, mamá de Ana Paula, nos cuenta el recorrido como familia y cómo vivieron la inclusión.
Me presento: soy María Silvia Castiglioni, mamá de Ana Paula Aiello. Ana Paula nació hace 36 años nació en Zárate y es la segunda hija de tres: una hermana 4 años mayor y luego llegó Juan, que tiene 6 años menos. Soy profesora de historia trabajé 34 años en aula y mis hijos se criaron los tres estudiando y escolarizándose.
Cuando Ana llegó no sabíamos de su condición, fue una bebé que nació en término y, ahí, comenzó un cambio en toda la familia. Ana era el centro del tema, la preocupación, los consultorios; entraba y salía todos los días de los tratamientos. Y esto repercute a veces en la familia, la mayor de sus hermanas, muchas veces lo padeció.

Así que primero, mucho dolor, no sabíamos qué, cuándo, ni dónde. Pero llegó a nuestras vidas Sebastián, que tenía un año, y sus papás nos orientaron y empezamos a viajar juntos a Capital una vez por semana para la estimulación temprana. Así crecieron y, después de 3 años, Ana Paula ingresó en el jardín común de Zárate. Fue la primera nena con Síndrome de Down, en el distrito, en ser integrada a un jardín común. Siempre estuvo todo bien en la sociedad, siempre hizo una vida social normal. Siempre nos enseñaron que había que educar, educar y educar y al que no le guste su presencia, que aprenda a convivir con ella. Así pasamos a ser, en la comunidad de Zárate, los padres y los hermanos de Ana Paula.
Toda su vida hizo muchas actividades. Fue 8 años a teatro, iba a las colonias integradas en verano, a tango, a folklore y pintura y artesanías y en todos lados era feliz. Hace 15 años que estamos en Las Ilusiones, felices con este grupo que se armó. Es un gran sacrificio que hacemos con alegría. Y acá estamos. Nada nos detuvo, ni la pandemia, ni los problemas, ni los momentos difíciles. El teatro le permitió a Ana expresarse, sentir, compartir y aprender la disciplina. Es un orgullo ver cómo ha crecido este maravilloso grupo, sin dejar de lado los principios originarios, del afecto y del aprendizaje.

Hoy Ana Paula viaja, compra ropa, ha logrado la lectoescritura, no así la independencia en la calle y el manejo del dinero. También hace taller de zumba, natación y teatro. Creo que vive feliz, tiene tres sobrinos que la vuelven loca. Nunca quisimos ser ejemplo de nada pero sí aprendimos con ella todos los días.

Que buena experiencia!!. Cada uno con sus matices vamos aportando a otros ideas, logros y fracasos que ayudan mucho a que nuestros hijos sean fundamentalmente felices y puedan cumplir sus sueños. Gracias
¡Hola Valeria! Esa es la idea de la sección, ir creando entre todos, reflexionando juntos, acompañarnos. 🙂
Hola ,como en cada hogar ,hay vivencias distintas ,es muy Bueno ,compartir cada experiencia ,puede aportar muchos a papas que empiezan Transitar como nosotros en aquel momento ,para favorecer su independencia y autonomía cada vez más temprano en lo que puedan lograr,para animar a los padres que creen ,que no van poder ,para compartir las actividades que hoy conocemos ,y que cada vez haya más oportunidades para los chicos , jóvenes y famil uuu así
Gracias Mónica por compartir tus reflexiones y sí, sigamos luchando por alcanzar más espacios para convivir en igualdad.