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Tips para mitigar el aburrimiento de la cuarentena

por Juan Ignacio Acosta

El aislamiento cada vez más prolongado contribuye al agobio y cansancio mental que ocurre dado por la sobre información de las noticias y la necesaria decisión de que quedarnos en casa para preservar nuestra salud. 

Es así como las personas con discapacidad están apelando a transitar la adultez necesaria para sobrellevar de manera creativa y sana los días que estamos habitando. La autonomía en este punto es valiosísima porque permite a cada ser humano ser independiente del otro, y no contar en detalle para la realización de cada tarea. 

Ya lo decía el psicólogo infantil Winnicott: “Es en el juego, y sólo en el juego que el niño o el adulto como individuos son capaces de ser creativos y de usar el total de su personalidad, y sólo al ser creativo el individuo se descubre así mismo”. 

Es de suma importancia que vayamos en búsqueda de ello, pues así toda nuestra área cognitiva seguirá estimulada y por lo tanto abierta a adquirir nuevas herramientas y habilidades que nos permitan seguir creciendo. 

¿De qué manera jugar en casa cuando la presión laboral, familiar y cotidiana nos atraviesa de lleno, todo el tiempo y sin descanso? 

Es importante comprender que la rutina hogareña puede sufrir leves cambios, sin embargo, en general, cocinamos, comemos y trabajamos en un mismo rango horario. Por lo tanto, hay que “condimentar” de diferente manera esas actividades para que el proceso y su conclusión contenga un devenir disímil cada vez y por lo tanto renueven la energía dentro de cada seno familiar. 

Pongamos como metáfora que el hogar es un gran bowl donde se ponen muchas verduras para hacer una gran ensalada: trabajo, limpieza, estudio, ocio y cocina. Todas suceden en la rutina semanal con más o menos importancia, según cada gusto personal, y seguramente con mayor o menor afinidad según cada miembro. El modo o el “aderezo” que le pongamos será la forma creativa de cómo la haremos.

A continuación compartiré algunos tips para pensar nuestra cotidianeidad:

  • El trabajo en conjunto es una buena alternativa. Además, lo convierte en una actividad más placentera ya que uno puede aprender del otro. El compañerismo es fundamental en estos tiempos.
  • Poner música que alimente nuestro ánimo mientras realizamos tareas que no requiera una atención profunda. 
  • Invertir los roles  por un día. Por ejemplo quien cocina habitualmente, puede lavar la vajilla y viceversa. 
  • Si a todos les gusta hacer la misma tarea o en cambio a nadie le gusta hacerla, se puede jugar -con un sistema de prendas- para ver a quién le toca. También inventar un nuevo modo de hacerlo y volverlo rotativo puede sumar a un juego diario que nos lleve a reír y disfrutar de esa tarea. 
  • Establecer una pausa diaria. Solo diez minutos de puro silencio en el hogar, en donde no se escuchen teclados, ni teléfonos, ni la tv. Simplemente para sentarnos en ronda y mirarnos fijamente hasta que alguno se tiente. Verán cómo la risa se vuelve contagiosa.    

Todos estas ideas contribuirán a pensarnos diferentes, y hacer de nuestra realidad una más amena jugando con una sonrisa.

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